11 febrero, 2009

Historia entre sus dedos III

Era jueves y se acercaban las 6 de la tarde. Carolina quería encontrar la forma de estancar el día y no tener que encontrarse con Amalia quien ya había sabido meterse un buen par de cabeceadas en plena sesión, por lo trillado del tema. Cada vez era más insoportable, pero Eduardo no autorizaba el cese del “tratamiento”. Todavía no había respuesta de ninguna de las empresas a las que Carolina había postulado como secretaria ejecutiva. Se sentía cada vez más miserable. Temía que alguien más supiera lo del incidente en el baño de Eduardo, pero por otro lado le entraban las agallas de zurrarse en todos mentalmente y seguir con su vida.

- Carolina, por favor voy a tener una videoconferencia en mi oficina con los coreanos, cualquier cosa primero llámame al anexo - bastante apresurado gritó Eduardo.
- Ok, señor no hay ningún problema, pero ojo que tengo 4 facturas urgentes que tiene que visar, sino no salen hasta la otra sem…

Eduardo partió a la velocidad del rayo y Carolina se sintió cada vez más evadida por él. “Tendrá la imagen de mi cara de arrecha en su baño…a pesar de todo, la idiota de Amalia tiene razón, no debí hacerlo…qué chucha, qué cosas no harán estos cojudos en sus casas y yo sintiéndome culpable… ”- mientras hablaba consigo misma, Carolina distraída se levantó automática para llevar las 4 facturas a la oficina de Eduardo.

- Y ¿qué más te dijo hhhmm?- susurraba Eduardo con tono viril, en su supuesta conferencia virtual.
- Que la excitabas demasiado…mmm… que eres súper varonil...- respondía una mujer evidentemente emocionada.
- Interesante… qué más, habla puta, ¡habla! – Eduardo se desesperaba mientras Carolina se detenía en la puerta y pegaba su oído para entender cómo los coreanos habían aprendido español tan rápido.
- Que cualquiera quisiera tirarse a un jefe así…mmm…que quería que le des por atrás… que se la metas mil veces…mmm… por eso se metió la mano en tu baño, quería que te la comas- una mujer gemía mientras la cadencia de sus gritos evidenciaban un movimiento cíclico.

Carolina empujó la puerta con mucho sigilo mientras descubría la imagen que le evitaría esos 45 minutos de jueves por la tarde noche y que evidentemente le daría muchas y suculentas oportunidades. Después de los sonidos la escena era más que evidente: Una mujer estaba montada sobre Eduardo mientras éste la cogía de los pelos y le babeaba el pecho.

- Señor, estas son las 4 facturas que tiene que visar – Carolina con una sonrisa de medio lado, esta vez de buena gana y muy irónica.

- ¡¡¡Carolina, qué hace acá le dije que me llamara!!!…- advirtió nervioso Eduardo mientras la mujer bajaba la cabeza para encontrar sus bragas. Evidentemente Carolina no necesito mucha ciencia para reconocer ese perfil odioso: era Amalita, al parecer dando el informe de sus sesiones psicológicas en un tono triple equis.

- Bueno Amalia, supongo que ya no debo decirte “nos vemos más tarde”, porque me parece que estabas dando el informe final de nuestras reuniones ¿no? Un poco extraño quizás, pero estabas reportándote al fin…aunque, no sé Amalita no creo que esto sea muy normal ¿NO? Al menos debiste haber elegido otra oficina…no sé –

Carolina abandonaba la escena con un fuerte aire triunfal y un buen par de carcajadas. En todo sitio se cuecen habas, pensó, y se alegró de no ser la única con un secreto de ese tipo en la oficina. Estaban parches, ella y su jefe, totalmente a mano. Con respecto a Amalia no había mucho que decir, siempre le había causado esa sensación de ser una loser, arribista y patera, sólo que a esto había que agregarle otros 2 adjetivos: reverenda pendeja.

6 Y 30 PM de un jueves candente en la oficina. Eduardo cruzó la recepción con rumbo a su auto, ni siquiera miró a Carolina y pasó con toda la sangre que hacía minutos había congestionado otras zonas del cuerpo, en sus mejillas gordas.

- Nos vemos jefe! Cuídese mucho- gritó Carolina antes que su jefe llegara a la puerta– no olvide que el otro jueves empieza terapia con Amalita, me pidió que lo coloque en su agenda.
- Ok Carolina, hágame recordar, no se preocupe, muchas gracias.

3 comentarios:

Basquiat dijo...

divertido y muy bien narrado, te envio un abrazo, ya estoy regresando a leer lo demas.

Daphne dijo...

lindo! saludos!

BlogEmario dijo...

Gracias por sus visitas!!
Nos "leemos" pronto :)