17 febrero, 2009

Niñez

Porque la gente no necesariamente existe.
Porque hablando solos, el mundo es más redondo.
Porque elaboramos los escenarios más lejanos en la palma de nuestras manos.
Porque dormir es la interrupción odiosa para existir, felices.
Porque no tenemos noción de los minutos, horas, días.
Porque saludamos a los extraños, les sonreímos y bailamos sin música mientras nos observan.`
Porque lloramos sin prejuicios, somos coléricos y gritamos lo que sentimos.
Porque nuestra desnudez es pura, impúdica y perfecta.
Porque el juego es la actividad más seria que realizamos.

Porque muy pocos regresamos.
Muy pocos volvemos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

tenemos nuestros mejores guias para regresar.sólo basta cogernos de las manos chiquitas de los pequeños exploradores y lanzarnos sin miedo hacia su universo mágico.

BlogEmario dijo...

:)
No puedo mas que sonreir

RR dijo...

.
me ha gustado verme reflejado en este espejo de letras.