23 julio, 2009

a mi cascabelera compañera...

Esta sea quizás la primera vez que te escribo para el blog. La primera vez que te escribo para hacerlo público. Tú sabes que a veces llego a casa muerta y no tengo muchas ganas de escribir, mucho menos después de todo un día frente a la compu. Sabes que amo que lleguemos a casa, nos hagamos papas al horno y ensaladas con hamburguesas, sé que tú lo sabes mejor que nadie, creo que esperamos ese momento con mucha ansiedad desde las 9 am!!..y repito que lo sabes porque tú y yo somos cómplices. tú y yo no podemos mentirnos. yo siento a la perfección cuando te gustó el dulcecito después de almuerzo porque te activas automáticamente y me das de patadas y puñetazos más precisos que los de Kina.  Tú sabes perfectamente cuando detesto algo (alguien) y cuándo no soporto más, porque seguro sientes mis latidos más iracundos, y mis tripas más renegonas que nunca. porque somos cómplices, porque tú y yo no podemos mentirnos. Y esa complicidad, querida Luna, es uno de los motivos más importantes que tengo para vivir siempre, de ahora en adelante, siempre en ti, siempre contigo. Gracias por esa sonrisa que conozco a través de una imagen sepia y ecográfica, por tu corazón sano y sin historias, gracias por este comienzo...juntas.  porque nos pueden decir mil cosas pero ambas nos sentimos como nunca nadie lo hará en la vida. Te amo sin porqués y sin pasados. Te amo sanamente. Te espero con muchos nervios, con mucha expectativa, con mucha fuerza y con la necesidad de cuidar en ti lo más preciado que un ser humano puede tener: su libertad. espero que pueda hacerlo bien!!! por ahora trato de ponerte a Vivaldi, a Bach, por ahí su Thelonious monk y su Coltrane, quizás al cortar el cordón prefieras a los Backyardigans, a Barny y sus amigos y todas esas cosas que estoy dispuesta a disfrutar al máximo 10 mil veces al día para ver tus sonrisas desdentadas y ser simplemente felices.  Te espero para seguir siendo cómplices,para ser las mejores amigas y ser inmensamente felices! eres el mejor regalo que pudo darme la vida Luna y sabes que lo siento porque tú me ves desde dentro. 


Te amo mucho
Tu mamá.

16 abril, 2009

Una sabana de artificios que en el vientre bajo, alojo
Mientras se carcome el ansia de estar a la merced
De un tiempo controlado por sus ojos.
Cavidades, balsas y presunciones.

Ensayo desde de mi pecho
Un nuevo edén concéntrico
Y no descanso el día siete.
Y no prescribo pecados en el árbol vedado
Ni en el medio de una corazonada extendida hasta mi índice izquierdo

No he buscado sombrear dos individuos con mis culpas
No los juzgo, no me compadezco.
Mis miedos yacen en el medio de la lluvia
Desatada desde mis palmas iracundas.

24 marzo, 2009

Quiero viajar en el centro
Distante de la línea de un peligro que no existe.
Desnuda mis cicatrices contienen más que llagas.
Azul en el mar que acaricia mi abdomen
Mientras yo refriego en un semi centro estructural mis lágrimas
Mi despecho, mi ira, mi resentida corazonada llegando tarde
Que el entierro se llevó ese sol enfermo, que la vida cava para juntos acabar con estos versículos y mis vísceras
y
floto y respiro cuando el atardecer rompe el cielo haciéndome suya
Haciendo de mí un período
Corpóreo, real, palpable
y
Humillada ante las luces de la aurora.

18 marzo, 2009

Hoy que observo el perfil de mi cráneo
Circunscribo mi humanidad
Y me sé infinita
Y me sé invitada al subterráneo encanto de un réquiem violento
La poderosa tonada de sus cuerdas aún vivas.


Hoy que siento mis manos
Caricias entre sí
Y sus nódulos simétricos, sus fobias compulsivas
Y admiro su tibia capacidad de crear fábulas precisas.


Y la vida que aún me sigue
Me espera junto a su muerte
Densa, tibia, simétrica y risa
Representando los discos carroñeros
De mi pelvis humana y femenina.

12 marzo, 2009

Nadie nos dice


Nadie nos dice cómo
voltear la cara contra la pared
y
morirnos sencillamente
así como lo hicieron el gato
o el perro de la casa
o el elefante
que caminó en pos de su agonía
como quien va
a una impostergable ceremonia
batiendo orejas
al compás
del cadencioso resuello
de su trompa
sólo en el reino animal
hay ejemplares de tal
comportamiento
cambiar el paso
acercarse
y oler lo ya vivido
y dar la vuelta
sencillamente
dar la vuelta.


Blanca Varela (1926-2009).


Por su poesía, por su vida.
Por inspirar, por ser, por permanecer.

03 marzo, 2009

He adorado tus ojos famélicos
tu par de estruendos infinitos
la lluvia incandescente de tu lengua
la antesala de un exceso entre mis gritos.

Visceral, rotundo, inalcanzable
eres lejano, próximo, tardío
tus brazos marcados con grafito
armas de coitos rojos y extravíos.

Eras mi calumnia vestida de amarillo
mi mar rojo sangrante y aprensivo
fuiste tres segundos de concreto
construyendo mi pecado indefinido.

De A

24 febrero, 2009

me vi quieta bajo un mar claro en un sueño de madrugada.
mientras dormía en el mueble marrón de la sala.
sola y acompañada por muchas personas.
las personas que me han hablado últimamente no me han perturbado.
perturbarse por dormir 8 días sola no es algo malo.
la maldad se encuentra contenida entre mis paredes vaginales.
mi vagina fue recorrida esta semana por los restos de una cuna no inventada.
inventé excusas para que me tuvieras lástima, ahora tú eres más miserable que yo en ese momento.
ahora es el fin de un segundo exacto, cronometrado, medido.
ahora estoy esperando el momento de la noticia.

19 febrero, 2009





qué difícil es no tener tu olor para dormir.

imposible cerrar los ojos sin tus manos sobre mis senos.

7 grados centígrados = 280, 15 Kelvin
7 grados centígrados = 120 minutos de insomnio


21º de soledad


Jueves de madrugada.

17 febrero, 2009

Niñez

Porque la gente no necesariamente existe.
Porque hablando solos, el mundo es más redondo.
Porque elaboramos los escenarios más lejanos en la palma de nuestras manos.
Porque dormir es la interrupción odiosa para existir, felices.
Porque no tenemos noción de los minutos, horas, días.
Porque saludamos a los extraños, les sonreímos y bailamos sin música mientras nos observan.`
Porque lloramos sin prejuicios, somos coléricos y gritamos lo que sentimos.
Porque nuestra desnudez es pura, impúdica y perfecta.
Porque el juego es la actividad más seria que realizamos.

Porque muy pocos regresamos.
Muy pocos volvemos.

11 febrero, 2009

Historia entre sus dedos III

Era jueves y se acercaban las 6 de la tarde. Carolina quería encontrar la forma de estancar el día y no tener que encontrarse con Amalia quien ya había sabido meterse un buen par de cabeceadas en plena sesión, por lo trillado del tema. Cada vez era más insoportable, pero Eduardo no autorizaba el cese del “tratamiento”. Todavía no había respuesta de ninguna de las empresas a las que Carolina había postulado como secretaria ejecutiva. Se sentía cada vez más miserable. Temía que alguien más supiera lo del incidente en el baño de Eduardo, pero por otro lado le entraban las agallas de zurrarse en todos mentalmente y seguir con su vida.

- Carolina, por favor voy a tener una videoconferencia en mi oficina con los coreanos, cualquier cosa primero llámame al anexo - bastante apresurado gritó Eduardo.
- Ok, señor no hay ningún problema, pero ojo que tengo 4 facturas urgentes que tiene que visar, sino no salen hasta la otra sem…

Eduardo partió a la velocidad del rayo y Carolina se sintió cada vez más evadida por él. “Tendrá la imagen de mi cara de arrecha en su baño…a pesar de todo, la idiota de Amalia tiene razón, no debí hacerlo…qué chucha, qué cosas no harán estos cojudos en sus casas y yo sintiéndome culpable… ”- mientras hablaba consigo misma, Carolina distraída se levantó automática para llevar las 4 facturas a la oficina de Eduardo.

- Y ¿qué más te dijo hhhmm?- susurraba Eduardo con tono viril, en su supuesta conferencia virtual.
- Que la excitabas demasiado…mmm… que eres súper varonil...- respondía una mujer evidentemente emocionada.
- Interesante… qué más, habla puta, ¡habla! – Eduardo se desesperaba mientras Carolina se detenía en la puerta y pegaba su oído para entender cómo los coreanos habían aprendido español tan rápido.
- Que cualquiera quisiera tirarse a un jefe así…mmm…que quería que le des por atrás… que se la metas mil veces…mmm… por eso se metió la mano en tu baño, quería que te la comas- una mujer gemía mientras la cadencia de sus gritos evidenciaban un movimiento cíclico.

Carolina empujó la puerta con mucho sigilo mientras descubría la imagen que le evitaría esos 45 minutos de jueves por la tarde noche y que evidentemente le daría muchas y suculentas oportunidades. Después de los sonidos la escena era más que evidente: Una mujer estaba montada sobre Eduardo mientras éste la cogía de los pelos y le babeaba el pecho.

- Señor, estas son las 4 facturas que tiene que visar – Carolina con una sonrisa de medio lado, esta vez de buena gana y muy irónica.

- ¡¡¡Carolina, qué hace acá le dije que me llamara!!!…- advirtió nervioso Eduardo mientras la mujer bajaba la cabeza para encontrar sus bragas. Evidentemente Carolina no necesito mucha ciencia para reconocer ese perfil odioso: era Amalita, al parecer dando el informe de sus sesiones psicológicas en un tono triple equis.

- Bueno Amalia, supongo que ya no debo decirte “nos vemos más tarde”, porque me parece que estabas dando el informe final de nuestras reuniones ¿no? Un poco extraño quizás, pero estabas reportándote al fin…aunque, no sé Amalita no creo que esto sea muy normal ¿NO? Al menos debiste haber elegido otra oficina…no sé –

Carolina abandonaba la escena con un fuerte aire triunfal y un buen par de carcajadas. En todo sitio se cuecen habas, pensó, y se alegró de no ser la única con un secreto de ese tipo en la oficina. Estaban parches, ella y su jefe, totalmente a mano. Con respecto a Amalia no había mucho que decir, siempre le había causado esa sensación de ser una loser, arribista y patera, sólo que a esto había que agregarle otros 2 adjetivos: reverenda pendeja.

6 Y 30 PM de un jueves candente en la oficina. Eduardo cruzó la recepción con rumbo a su auto, ni siquiera miró a Carolina y pasó con toda la sangre que hacía minutos había congestionado otras zonas del cuerpo, en sus mejillas gordas.

- Nos vemos jefe! Cuídese mucho- gritó Carolina antes que su jefe llegara a la puerta– no olvide que el otro jueves empieza terapia con Amalita, me pidió que lo coloque en su agenda.
- Ok Carolina, hágame recordar, no se preocupe, muchas gracias.

10 febrero, 2009

Historia entre sus dedos II

Carolina no pensaba hablar con nadie sobre su historial masturbatorio. No, absolutamente NO. Sólo quería conservar el trabajo y al parecer, una hora a la semana con Amalia, era la única opción por el momento. No dudaba de los beneficios que podían ofrecer las terapias psicoanalíticas pero, “por favor no necesito una psicóloga para contarle con detalles la primera vez que me toqué el clítoris”.

Así que diría que aquella tarde en el baño había sido un incidente bochornoso y que estaba totalmente arrepentida. Argumentaría con su envidiable carisma, que la escena había sido un lapsus y le diría a Amalita, con sus enormes ojos negros abiertos: “No sé qué pasó por mi cabeza, debe ser el stress.”

La terapia con Amalia empezaba a las 6:45 PM, todos los jueves en una pequeña área de la oficina donde se tomaba cafecito, se leía y se conversaba. Para efectos prácticos ese ambiente se convertiría en una especie de confesionario hi-tech para 45 minutos exactos de conversación forzada. Para evitar cualquier problema, Eduardo cubría el gasto extra y no le representaba ningún inconveniente, total él se sentía responsable por mantener la “salud mental” de todos los trabajadores.

Amalia no era una persona asequible. No transmitía la confianza que su profesión exige. “Se da aires de gerenta, además es muy hipócrita” decían todos en la oficina. Para la mayoría de personas tenía algo turbio en la mirada era medio arpía, la tipa.

- Cómo te está yendo todo Caro, ya tenemos 6 semanas conversando, cómo vas con el trabajo, tu relación con Eduardo, tu familia, cuéntame, ¿cómo estás? – Amalia preguntaba con una voz demasiado adormecedora llevándose siempre la mano izquierda a la sien.

- Todo va mejor, aunque a veces siento que mi jefe…
- Eduardo, llámalo Eduardo – interrumpió una convulsiva Amalia quitándose los lentes.

- Bueno pero es mi jefe… está bien Eduardo para no sentir que le debo algo, ¿verdad? Eduardo me tiene amarrada por esto que pasó, no sé…mira Amalia, no me siento mal hablando contigo, solo que esto es obligatorio ¿me entiendes? y no es lo mismo…

- Pero ¿todavía estás avergonzada porque Eduardo te encontrará masturbándote en un lugar tan inusual? –otra vez Amalia colocando su mano izquierda en la sien.

- No, ya pasó…cuando lo recuerdo se me sube la sangre a la cara no voy a negarlo –decía Carolina mientras sus mejillas cogían ese color rosáceo- pero tengo que aceptarlo Amalia, total quién no lo ha hecho, me refiero a tocarse buscando placer…

- Sí, pero digamos que el lugar era bastante inusual, es decir es tu centro de labores
O ¿para ti está bien eso, es normal para ti?

Carolina miró fijamente a los ojos de Amalia y sintió mucha rabia por la pregunta. Volvió a afirmarse sobre la idea de que esta cojuda hacía selección de personal y que no tenía ningún tipo de empatía para hacer preguntas a lo Freud. No era justo que Eduardo se la hubiera chantado todos los jueves de 6:45 a casi 8 de la noche. No tenía la lógica necesaria. No había justificación para escuchar esa maldita voz de dalina un jueves por la noche mientras Almu y Naza, sus 2 hijas, la esperaban en casa para dormir juntas y calientitas.

- ¿Qué es normal para ti, Amalita? –preguntó Carolina con sus ojos negros y sin necesidad de irradiar el carisma de siempre.
- Bueno, te lo pregunté yo a ti, primero respóndeme.
- Para mí fue un error, te lo dije desde la primera sesión…no quiero ponerme en la categoría de normal o anormal…
- Bueno, creo que cada espacio tiene normas que debemos respetar, ¿no crees Caro? Además, en todo caso yo hubiera elegido otro lugar, no se…jijijijiji, quizás otro baño.

Una vez más Carolina quería salir corriendo con la cabeza de Amalia como trofeo de guerra. No soportaba esa escena, estaba cansada y decidida a renunciar lo más pronto posible. Lo había pensado varias semanas. Sí, quizás Amalia tenía razón, quizás el lugar no era usual, pero detestaba ser examinada al milímetro por una loser, patera y arribista que jamás le hubiera hablado de no ser por ese incidente.

- Mira Amalia, en realidad tienes razón, tienes toda la razón…pero sabes qué ya me siento mejor con Eduardo.
- Pero hace un rato dijiste que te sentías obligada, qué pasó con eso- Amalia mientras se remangaba la cutícula.
- Mira, quizás es por el día que tuve hoy estoy bastante cansada y de hecho eso influye en la sesión, ¿no?
- Sí, ¿te parece si acabamos por hoy?

09 febrero, 2009

Historia entre sus dedos I

Carolina era una oficinista de aquellas que lucen maravillosas a pesar del uniforme. Tenía el don de la simpatía telefónica. Mostraba la amplísima capacidad de domar bestias histriónicas de viernes por la tarde, ese horario casi exclusivo para facturas y cheques. Era capísima en el arte de preparar el café expresso perfecto para el directorio de lunes 8:30 am. Fumaba religiosamente a las 10 AM y 5:30 PM, dos cigarros por vez. Tenía dos ojos inmensos y maravillosamente negros, cabellos teñidos de color borgoña y labios grandes. Tenía 30 años y se había pasado casi 9 de ellos mostrando sus dotes en más de 7 empresas en su natal Lima.

- Carolina, hoy es jueves y son las 6 y media ¿no deberías? – con aire irónico e impositivo apareció Eduardo, su jefe.

- Sí, señor, no se preocupe que no me olvido, paso estos documentos y voy…gracias-

una casi sonrojada Carolina.

- No tienes nada que agradecer, además creo que eso te está ayudando ¿no?

- Sí, claro que sí –Afirmó Carolina con una sonrisa de medio labio y mala gana.

Ya completamente ruborizada recordaba el momento en el que Eduardo la encontró masturbándose en su baño. Jamás podría borrar de su mente la penosa imagen de ella misma sentada sobre el tanque del water de su jefe, sus dos rodillas tratando de armar un ángulo de 180º y sus oficinistas manos encargándose de asuntos que poco tenían que ver con cartas o facturas. Sus poros expulsando los inicios del sudor propio de un orgasmo, y sus dos ojos maravillosamente negros, chispeantes de placer interrumpidos por la confusa mirada de Eduardo. Confusa y vergonzante mirada de su jefe.

- Eduardo…señor, cuánto siento esto…es que, disculpe…estoy muerta de la vergüenza, no sé qué decirle es que…-el frío de las mayólicas azules se tornó más envolvente que nunca y Carolina se colocaba la ropa interior como correspondía.

- No te preocupes Carolina, ven vamos a conversar, tranquila no pasó nada…


Carolina temblaba. Quizás era por el reciente patadón de adrenalina que le produjo ese auto-encuentro sexual. Quizás era solo la vergüenza incontrolable. Quizás era una mezcla patética de ambas, pero Carolina temblaba y Eduardo la abrazaba de costadito para evitar que su carisma desapareciera ese viernes de facturas y cheques. De costadito para evitar cualquier insinuación. De costadito para serle fraternal. De costadito porque él también tenía mucha vergüenza y no sabía qué decir.


- Mira Carolina, esto que ha pasado es algo totalmente normal, ¿no? Es decir, quién no ha pasado por este tipo de cosas, ¿no? jiji…osea… pero ¿sabes qué creo Caro?, sería bueno que quizás visites a Amalita, ¿qué te parece?, es decir quizás eso sería bueno…

Amalita era la psicóloga de la empresa y se encargaba de desarrollar el proceso de selección y evaluación de postulantes. Es decir, Amalita nada tenía que hacer con alguna terapia para ayudar a mujeres que de pronto, se masturban en la oficina de su jefe y eso para Carolina era bastante claro.

- Pero ¿tengo que contarle lo que pasó? ¡No quiero, señor por favor perdóneme!, le juro que no vuelve a pasar jamás, estoy muerta de la vergüenza – Carolina empezaba a sollozar mientras recordaba las otras varias veces que se había toqueteado en otras oficinas, de otros jefes, de otros gerentes, de otros coordinadores. La invadía una mezcla extraña: alivio y remordimiento de no haber sido descubierta anteriormente por Eduardo en ese mismo baño, en la misma posición y con las mismas ganas, pero definitivamente no quería que alguien más en la empresa se enterase de ese pequeño “problemita”.

- Carolina, no sabes lo bien que te va a hacer. Tú no sabes cuántas personas van al psicólogo y está perfecto. Cuántas personas de la empresa van porque tienen problemas, algunos hasta trastornos… cuánto neurótico que hay ¿no? jajaja…Caro, es normal, lo que pasó es normal Caro, en serio, pero debo recomendarlo POR TU BIEN Y POR EL BIEN DE LA EMPRESA – sentenció Eduardo como advirtiendo con ese “por tu bien” un despido inminente por mañosa y pajera.

Lo cierto es que Carolina conocía los tonitos de su jefe y sabía que ésta iba en serio y

a sus 34 años ella no se había casado pero tenía 4 personas que mantener: su mamá, 2 hijas que tuvo con un ex novio y un hermano mayor con autismo. Apareció en su mente la imagen de esa familia, que por supuesto adoraba, y no le quedó más opción que considerar hablarle a Amalita sobre esta penosa historia entre sus dedos”.

02 febrero, 2009

nunca

No siempre tengo la mejor respuesta,
Ni la mejor actitud
Ni la palabra justa
Ni la caricia necesaria.

Yo también me hielo
También soy silencio hiriente
También vomito bilis
Y sangro inevitablemente cada 4 sábados.

También me sé histérica
Innecesaria, rebelde, odiosa
Patética, cenagosa, loca.

No siempre actúa el Zoloft de 50mg
No siempre me alegra el sol de febrero
No encuentro belleza en todas las flores
No me duelo buscando un suicidio

Yo también me ridiculizo frente a la bruma que el agua caliente deja
EN el espejo: óvalo principal de mis más femeninos anhelos.

28 enero, 2009

el sexo. el corazón. la mente. el amor


De pecados antiguos.
Una culpa, una constelación de remordimientos.
Y todo el asunto de lanzar las piedras.

Qué sensación basta y asquienta la de sentirse observado.
¡No hay derecho! ¿Quién no tiene su bastión de culpas y remordimientos añejos?
Para arrepentirnos vagamos en las costas de la vida.
Y del arrepentimiento viene la duda, de la duda, la gracia
de la gracia, el pecado, del pecado el regocijo
y de él, sucio enemigo de la lucha, otra vez el remordimiento.

Delicioso círculo de vicios encantados.
Virtuosos momentos donde la decisión no tiene vela.

Perfecta la tarde en la que sólo se vive, se sienta, se lee, se fuma
Se desarma un libro, se compone una sinfonía y se baila desnudo.

Perfecta esa tarde.

26 enero, 2009

SOBRE LA SENSACIÓN DE RECORDAR PASAJES PÚBERES EN UNA REUNIÓN DONDE CONVERSAN MÁS DE 38 PERSONAS


Realmente era de esperarse, entonces Malena había sido invitada a esta “intensa” velada. La mayoría de asistentes, probablemente, pertenecerían al mundo de la publicidad, la música y por ahí uno que otro artista plástico. Abundantes anteojos de carey, peinados argentinizados, unos varios politos de colores estridentes con mensajes urbanos y digamos que mucho afán de figurar como gente outsider.

Malena también tenía anteojos de carey. Blancos y negros, anteojos de carey. Tenía un vestido azul cielo con pequeños dibujos de lilas. Usaba sandalias planas rojas que para ella eran definitivamente cómodas e inusuales.

Malena también se anhelaba outsider. No lo negaba ni se compadecía de sí misma por tener esta necesidad. Definitivamente la diferenciaba un grandioso punto de aceptación que ella ponía a este afán de “pertenecer” a un grupo de gente que se auto proclamaba como fuera de cualquier grupo.

La reunión sucedía en el departamento de Ignacio, un músico que Malena, no conocía. Supo durante sus primeros quince minutos en aquella sala, que Ignacio tocaba el cello. En retrospectiva, Malena dibujaba mentalmente sus ansiosas fantasías sexuales de púber y recordaba, con curiosidad tardía, que un cello estaba implicado en sus más húmedos sueños adolescentes.

Un cello, un cello… tocarlo desnuda mientras su amante la observaba. Él sentado tomando un vino tinto de olor añejo. Ella, húmeda, sonrojada y expectante…callados ambos, dejando a las cuerdas de ese grave instrumento toda la lujuria que podría provocar un encuentro íntimo, sus roces, sus salivas…

- Hola, ¿con quién vienes? – alguien la interrumpió.
- Me invitó Amanda, trabajamos juntas en la agencia y me dijo que ha…
- Amandaaaa!, ella todavía no llega, pero tómate algo mientras esperas, dale hay vinito,
vodka…
- Un vino está bien.
- Cómo te llamas.
- Malena, ¿tú?
- Ignacio, me acerqué porque soy el dueño de la casa y vi que ya no estabas conversando con
nadie, así que...
- Sí, los chicos se fueron a dar una vuelta…
- Anda, tarada, se fueron a matizar, si quieres, yo tengo norm…
- No taradazo, muchas gracias.
- Asu, estamos agresivos
- No sólo para seguir la línea de la conversa…
- ‘Ta bien Malenita, cualquier cosa me avisas…
- Ok gracias Ignacio…en realidad, hmm…sabes qué quizás te suene extraño, pero…
- Habla pues monga
- Ya imbécil, quiero ver tu cello.
- Jajajajaja, me encantas… ¿Cómo sabes que toco el cello?
- Uno de los chicos me contó, y toda la vida he querido aprender a tocar uno así que…
- Bueno, sí toco el cello, pero vendí el mío y me compré una MACBOOK AIR, alucinante no
sabes flaca, con el GARAGE BAND me meto unas alucinadas mald…

…Sus ojos fijándose, auscultándose. Ella exponiendo su pecho con delirio, soltando sus cabellos, regalándole sus primicias sexuales, sus 14 años expuestos en el aire de ese cuarto después de un concierto rudo, violento. Él derramando el vino en la línea que dibuja su columna vertebral para hacer el coctel perfecto: sudor de niña y vino tinto, añejo. Sexo, sexo, sexo. El hombre de sus sueños húmedos, y ella tocando el cello, una niña sexual que expone a través de la música, su necesidad de ser desvirgada.

(…) Cómo pudo este pata cambiar su cello por una pendeja Mac. Hombres quién mierda los entiende.

- Bueno, cuando quieras quedamos entonces, ¿te parece?- entusiasmado Ignacio.
- Ya bacán, voy a dar una vuelta por el depa, quizás Amanda llegó…no sé –Malena, en otra
galaxia.
- Ya, entonces le pido a ella tu fono.
- Bestial, me sirvo otro vino…nos vemos.

No sabía en qué había quedado con Ignacio, sólo atinó a terminar la conversación y buscar un espacio para disfrutar del vino y de sus ideas-recuerdos. Amanda no aparecía. Los invitados empezaron a bailar. Sonaba Rompe Saragüey de Héctor Lavoe. A Malena le fascinaba la salsa, sólo que le gustaba escucharla en otros ambientes, prefería compartirla con otra gente, además tenía metida entre las sienes Nude del In Rainbows y no podía quitárse el don't get any big ideas, they're not gonna happen, you paint your smile and fill the holes, there'll be something missing, just when you found it, it's gone, just when you feel it, you don't, it's gone forever, mezclada con el cello, el amante imaginario de sus catorce años, el vino añejo, el vino que tomaba en ese momento…Héctor Lavoe, la Macbook Air, el Garage Band y lo imbécil que le resultó Ignacio…¡¡Amanda, dónde chucha está esta huevona!!

Eran las 4:30 am, el caso es que Amanda no apareció jamás. Malena no se molestó en llamarla, no era la primera vez que la plantaba. Tomó un gran sorbo de su sexta copa de vino y se dirigió a Ignacio.

- Me voy
- Male, por qué, pucha quédate un toque ahorita se va la gente podemos, no sé, escuchar algo de lo que tengo en la Mac…
- No, me muero de sueño, en serio Ignacio, nos vemos otro día, pídele mi fono a Amanda y nos juntamos, ¿te parece?
- Ok flaquita, de puta madre todo contigo.
- Bestial, gracias por todo, chau.

Taxi, camino, luces. Malena sacó sus audífonos, se los puso y buscó Nude.mp3. Inmediatamente Tom Yorke acariciaba sus tímpanos con esa voz perfecta que emitía su boca, probablemente defectuosa. Lo amaba. No era el hombre imaginario que la esperaba en la silla mientras ella tocaba el cello, tampoco era su novio que la esperaba en casa, durmiendo después de haber preferido un sábado de buen fútbol, el control remoto y sus dos testículos para rascarlos hasta el cansancio. No era su papá que le enseñó a bailar Rompe Saragüey. Pero para ella, su vestido azul cielo y sus pequeñas lilas, sus sandalias rojas y las seis copas de vino que se habían mezclado mágicamente con su sangre, la voz de este hombre era el sello perfecto para otro día que empezaba sintiéndose inmensamente distraída, alucinante y solitaria.

Prendió un cigarro, sacó las llaves, abrió la puerta, miró a su novio dormido. Se preparó un café con leche de soya, se sentó frente a la Macbook , miró el reflejo de su rostro en la pantalla, vio que eran las 5 y 15 AM y empezó a escribir un cuento.

21 enero, 2009

Cuando el alma sin trastes esperó en la cajuela:

Se secaron los puentes

Se extinguieron las flores

Se anularon los discursos

Y

Cayó, cayó

El chaparrón cayó.

20 enero, 2009

(the killing moon - nouvelle vague)

Después de muchísimo tiempo actualizo el blogemario. en realidad tuve muchas cosas de qué hablar. muchas cosas que decir. ideas que exponer. creo las palabras no eran necesarias en ese momento- creo (?¿). el tiempo ayuda muchísimo y recién lo descubro. el día a día me ayuda. escribir me ayuda. dudar me ayuda. sentir, mirar, estar sola, conmigo misma (con la música), explorándome. encontrándome y aprendiéndome. sé que todos cambiamos, pero a veces no lo atendemos y simplemente lo "aceptamos". durante un par de meses fui totalmente consciente de los cambios y me asusté. tuve muchísimo miedo. un miedo, dos miedos... debo decir que aún me asusto. aún existen cosas que atiendo y asustan. lo ideal es perderle miedo a la sensación de "nuevo", "incontrolable", "fuera de alcance", "fuera de mi control". es llevadero. cambiar es toda la experiencia. es totalmente humano, totalmente animal. es real, actual, perfecto. es vivo. es tangible y es etéreo. es visible y es abstracto. es divino. es estar vivo y es saberse vivo. ser. tremenda responsabilidad esa. ser. a veces lo dejamos de lado por lo típico de la función que cumplimos. respirar, latir y evacuar: qué menudas distracciones para el ser.
actualizar el blog: un método para conscientizar-me(?¿¿???)
¿qué crees tú?

19 enero, 2009

tiempos donde he contado
con mis actos
una historia inexistente.

como haber estrenado algo antiguo
una inminente ceguera en la vereda del frente
en la arena
próxima al arrebato
y esquiva
en los mil ojos de un insecto ponzoñoso
un palpable y refrescante acto adúltero contra la vida
una oprensión en el cogote

como caer delante de muchos
y
esta vergüenza desastrosa e intrigante
que sangra en las mejillas de los hombres
haciendo su acto póstumo, en las mías.

este miedo al caer
este pavor de mudarme de piel
ese estupor de sentirme indefensa
esta vergüenza desastrosa y sonrojante de (sic) "saberme sola sobre este páramo

inanimada".

segundos del teorema de aceleración del tiempo (grandes dilemas basados en conjeturas) .
Esa curiosa sensación de conocerme
sexual, animal, social
sexual, animal, social

animal social
animal social
animal social
animal social

solitaria.

He tenido miedo.
Un miedo pudiente- demente- gritón.
Alumbró desde mis espaldas
y
vomitó más miedos en mis contornos femeninos.
He tenido miedo.
Un miedo valiente, brabucón, pendejo.
Ha pateado mis pupilas
hasta
irritarlas.
Ha pateado mi corazón y mi alma.Nunca amé la soledad, siempre me ha buscado.El ritmo de este miedo escarbó, encontró, enterró.
he tenido miedo, un, dos, mil miedos que corrigen y entrenan, hoy cientos de otros miedos. Agosto, 2008

Leo y releo y expongo el método
predilecto para ejecutar una decisión inesperada
una carta bajo la manga un "As" de preferencia rojo.
Para humanizar ese alguien que apareció y se esfumódespués de cada "dice:..."
No me atrevo, nunca.
Sólo (a) soy un constructo innecesario en la mente de 10 fantasmas colosales.

Hoy me pinté las uñas de morado
para ti.

Finalmente es ese deseo
inconcluso
constante y
penoso lo que nos hace humanos.

Diciembre, 2008

es un dolor en el ala izquierda del avión de caza
es el hincón ardiente en la pantorrilla diestra de una mesedora escarlata
Es el aire azul de una noche sin danubio que conmueva sus estrellas
como el llanto de un anciano,como el balbuceo de un hombre,
las primeras palabras del niño, las últimas corazonadas de su madre.
Es una fría sensación subiendo entre mis piernas.
Un cielo rosa creciendo en mi vientre.
Es un miedo blanco que me vela comiéndose las uñas.
como el invierno que sangra de mis venas.
como el olor del sexo matutino.

Setiembre 2008

Existe una danza interna incesante y fresca que me aleja de todo.
Existen dos ojos entristecidos y palpitantes que me auscultan roja y envenenada.
Las posturas, los veranos, la soledad y la vida siempre se anexaron a
La música, la lluvia, las autopistas y el siguiente peldaño.

Sigo caminando, sólo(a) pedí un break para despertar incensante, fresca
y siempre, siempre.

Tus ojos tienen
Dos pálidos reflejos
Lánguidamente marrones
Que
Encantan cualquier mundo que observen desde su ira.

Soy y me siento poeta, drama, cometa y luna.
Escribo.
Me derramo entre las agua del mar y
caigo en sus acantilados subacuáticos.
Soy y me siento viento pronto al enfado
Una fuerza que causa dolor, sudor, calor y
broto entre los montes lilas que pintan mis sierras pálidas.

Soy y me siento prisión, beso y espera.
Palpito entre los muslos de un bosque africano y
me africanizo pariendo musicalmente mis llantos.
Lloro, canto, escribo y musicalizo (10M00 Mono 50 Ohm) tu vida
Soy:
hembra, animal, feto y embrión del verano.

Dos interrogantespreviamente respondidas
He aquí las dosaparecen como plagas apocalípticas
Son dos relatos callados
precisos, preciosos y densos

2:

Demasiado MAR para tan poco HORIZONTE
Demasiado AMOR para tan poca CAMA
En circular danzaAmbas
He aquí

solíamos estar en el lugar menos indicado
en el momento menos esperado
el día más aburrido
del año más patético
de las mejores tristes tardes de agosto.

Estoy dispuesta
Casi encantada ante la lluvia que emiten tus pulmones.
Los chispazos que socabam mis poros.
Mis extensiones armónicas son dos pequeños columpios de arena.


Caigo como en sueños.
No alcanzo el pavimento.
Gracias a (D)ios no me toca.


El mar ha roto el planeta azul.
El mar estaba en mis ojos y lo he sentido.


EL MAR ES (mi) NUESTRO ENEMIGO FÉRTIL.
LITRÉF OGIMENE ORTSEUN (im) SE RAM LE


(Espejo).

Desnuda.
Avanzo hacia ti en mi vaivén descontrolado
Un satélite melón dibuja mi sexo con premura
Mientras me acerco, existe la vida eterna
Con la mirada intacta derroco los 15º centígrados
Marcho a la par del 90% de humedad limeña
Un astro rey acaricia mi centro lila
Mientras danzo soy extensa, azul y muerte naranja
Prolongo mis gemidos hasta sus lloros tempranos
Pretendo hacerlo
Desnuda
Seco las lágrimas frontales
Producto de pertenencia
Mentira de mis glándulas
Verdades de mi alma.

Tres hojas otoñales han posado sus a-clorofílicas penas en mi hombro.
Una: la primera en caer mencionó 6 números. Indescifrables números. 6
Dos: la segunda en caer, rió 37 horas con mi corazón hecho trizas. En la hora 38, frente a una pileta amarilla.
Cuatro: la tercera en caer me dictó este poema.

Tres hojas otoñales han sido felices en mi hombro.
Albergue casero, típico y marino.
Una, dos, cuatro,
¡Hijas! he caído en la cuenta: soy el árbol del que salieron.

He recorrido antes este suspenso.He paralizado una sonrisa ante la supremacía de sus fuertes ojos.He dolido mi bajo vientre sucumbiendo ante sus estrujos.He caído en mis 3 sábanas de niña para sufrir como su eterna madre [y tía]He llorado por tener que enfrentarla tan húmeda, caliente, y sanguínea.

He pasado antes este suspenso.

[Lo he recorrido]

Y también oí sus pies, acaricié su llanto, limpié sus lágrimas descafeinadas.

Pero hoy la perdí una vez más.Dos lustros perdiéndola.
Desde el suspenso, la parálisis, el dolor, mis caídas y llantos.

Esperando esperanzada: sus pies, su llanto, sus lágrimas descafeinadas.